No sabia que un demonio vivia en mi casa (formato escrito)

 Bienvenidos sean a este blog, el cual tiene el fin de relatar ( en formato escrito) las escalofriantes historias del podcast que va más allá de tus pesadillas.

"EL ANTIPODCAST"

De la propiedad de los Doctores; Miguel Padilla y Kass Otamendi. Y teniendo la ayuda de Sergio Bocanegra como editor, de este gran canal audiovisual.

Como siempre, les recuerdo que este Blog tiene la finalidad de  transcribir las historias, a formato escrito: ya sea por fomentar un poca la lectura con estas grandiosas historias o para aquellas personas que no puedan escuchar el podcast y no se pierdan  de ninguna historia.

A continuación comenzaremos con la sección del canal, trata sobre una historias verídica de uno de los Antisuscriptores  que fueron mandadas al canal.

Entonces ponte cómodo para admirar " Casos Reales Paranormales de seguidores Pte.2".



Hola, soy un aprendiz de bruja. Mi nombre es Lumin, viendo el vídeo donde contaban experiencias de subscriptores, me decidí compartir mi experiencia. Hoy en día tengo una maestra, yo hablé con ella sobre esto un montón de veces y siempre llegamos a la misma conclusión, alguien nos tenía mucho odio y nos intentó hacer daño a mi mamá y a mí.

para poner un poco de contexto, desde que soy muy pequeña mi abuela, a escondidas de mi madre, me hablaba e intentaba enseñar las prácticas y costumbres Wiccanas, nunca supe realmente si mi abuela formaba parte de un aquelarre, pero ella siempre me advertía de los entre “Manos Santa” y brujos falsos.

yo de pequeña estaba enferma, tenía una hernia abdominal que me estuvo a punto de llevar al más allá, y mi mamá me mandaba a estos dichosos “Manos Santa” aparte de buscar una solución médica a mi problema, mi abuela decía que todos los Manos Santa eran farsantes, que un verdadero brujo, jamás cobraría por sus nobles servicios, ella tenía principios muy firmes y no le gustaba que mi madre me llevara a con estos curanderos, cabe destacar que mi madre es extremadamente católica y que mi padre, sí creía en los Manos Santa, por eso él dejaba que mi madre, me llevara.

Mi abuela me decía, que yo era la más sensible de todos sus nietos, y que lo que yo tenía, no era ningún castigo de Dios, ella a pesar de sus creencias quería que me llevaran a un médico y que me quitaran la hernia, aún así mi abuela le pedía a sus dioses y guías, que por favor todo saliera bien. Porque mis padres no querían escucharla, al final un final feliz, me operaron y me pudieron extraer la hernia que en realidad eran dos hernias.

Sin embargo, desde que me operé dejé de vivir en la casa de mi abuela y mi madre, tuvo una pelea muy fuerte con ella y dejaron de hablarse por años, mi abuela me dijo siempre, que yo era sensible, que yo sentía o veía cosas que otros no, y yo antes no lo entendía, porque pues obvio era una niña pero ella siempre estaba empeñada en enseñarme y que yo fuera su aprendiz, lastimosamente, debido a la pelea que tuvo con mi mamá, no pude hablar con mi abuela por años y cuando mi madre hizo las paces con ella, ya era muy tarde.

Mi abuela había desarrollado Alzheimer, y estaba bastante avanzado ella apenas y nos recordaba, a mi madre y a mí, los años en los que mi madre y mi abuela estuvieron peleados, fueron horribles, por mi parte desarrolle, una depresión infantil muy fuerte, mis padres siendo fanáticos católicos, apenas me llevaron al psicólogo un par de meses, y luego ya nunca me volvieron a mandar.

Cosas muy raras, comenzaron a pasar en la casa donde yo vivía, no solamente cosas paranormales, las relaciones de mis padres con sus amigos y sus hermanos se fueron deteriorando, peleas, engaños, enfermedad. Fueron las peores épocas de mi vida, mi padre casi muere de algo, los doctores ni siquiera pudieron encontrar que lo llevó a sentir una hipotermia, tan fuerte, porque aparte no era invierno, sin embargo, mi padre estuvo en cama una semana porque casi le da hipotermia.

A los pocos meses de eso, mi madre sufrió accidentes muy raros de forma consecutiva, se lastimó la rodilla tanto por caerse sin motivo, tantas veces. Tanto que la tuvieron que operar, económicamente nos iba fatal, todo estaba mal, y entonces empezaron a pasar las cosas más extrañas.

Mi madre estaba casi todo el día fuera, y mi padre viajaba por el trabajo, así que, estaba prácticamente yo sola en casa mis tíos primos y sobrinos de lado paterno, vivían todos al lado de mi casa, éramos vecinos. Así que mi madre solía pedir a alguna tía que me vigilara, no estaban en casa conmigo, ni yo iba para la casa de ellos, lo único que hacían era vigilarme cuando salía a jugar a la calle con mis primos y sobrinos, y ver que hiciera mis comidas, por lo demás estaba completamente sola dentro de mi casa.

Al principio eran cosas que se caían, yo tuve un loro en esa época y ella acostumbraba a bajarse de su pedestal, escalar por las estanterías y tirar objetos al piso. Así que a veces se encontraba a mi pájaro haciendo un desastre, y a veces eran cosas que se caían solas. Para mí eran normal, hasta que se me empezaron a perder cosas como ropa, juguetes, a mi madre también se le perdían cosas como joyería y pues por un tiempo no le dimos importancia, luego las cosas escalaron.

Mi casa fue construida sobre lo que era antes el patio de la casa de uno de mis tíos, en esa parte del patio había un árbol y bajo ese árbol, me habían dicho mis familiares que estaba enterrado un bebé, que lastimosamente no había nacido con vida, el mismo lugar en el que estaba ese árbol, era mi baño, yo siempre me despertaba de madrugada a hacer mis necesidades. La puerta de mi habitación daba directo al pasillo del baño, mi madre dejaba la puerta del baño abierta y la luz prendida para que, si me despertaba no me diera miedo, y esto que voy a contar a continuación, me pasaba cuando había gente presente y cuando estaba sola, nunca pude encontrarle un patrón.

Así que jamás supe porque, pasaba siempre, que me levantaba de madrugada, escuchaba pasos en el pasillo del baño, el piso era de cemento y mi casa tendía a vibrar. Cuando alguien pisaba fuerte, eran pasos fuertes que hacían vibrar las paredes, cuando andaba por el pasillo del baño, ya sea de día o de noche, a veces podía distinguir un olor a azufre, yo sé como huele el azufre, en mi país se usan barritas de azufre para aliviar el “soplo”, a mis papás siempre les “soplaban” en la nuca y yo tenía que pasarles “La Barrita de azufre”, para que explotaran las burbujas de aire.

El olor del azufre lo tenía muy identificado, así que no entendía, ¿Por qué mi baño tendría ese olor de manera esporádica? se lo dije a mi madre, que el baño a veces solía a azufre, pero ella nunca me hizo caso, recuerdo que una vez no fui solamente yo la que lo percibió, mi sobrino, que es un año menor que yo, fue a mi casa a buscarme y me dijo que el baño tenía un olor muy raro, fui a ver y efectivamente, el baño estaba emanando otra vez ese olor azufre insoportable.

En varias ocasiones, escuché una voz susurrándome o que me llamaban por mi nombre o por el de mi mamá, nunca llamaban por el de mi padre y esto pasaba desde antes que, yo tuve a mi loro. Así que no era ella, escuchaba suspiros susurros y llamados a cualquier hora del día, y no sé cómo pude aguantar todas muchas veces en las que estaba completamente sola.

La situación llegó al punto en el que yo me despertaba con moretones que no recordaba haberme hecho, siempre estaba perfectamente normal, y cuando miraba mi brazo o pierna o cualquier parte de mi cuerpo, aparecía un moretón o un rasguño, que antes no estaba ahí, y no me pasaba solo a mí, a mi madre también, ella también lo sufría, mi padre era el único al que, no le afectaron todas estas cosas que nos pasaban, porque él la mayoría del tiempo no estaba en la casa.

Solo éramos mi madre y yo, otra cosa que quiero añadir. Es que desde que nos mudamos a esa casa, ninguna de nuestras mascotas, vivió más de un año, llegamos a tener un perrito siendo era un recién nacido y estuvo con nosotros unos, tres meses, hasta que un día enfermó de la nada, el veterinario dijo que una infección le destruyó el estómago, tuve varias aves, loros, periquitos, cotorras. Ninguno duró mucho, algunos simplemente amanecían muertos en sus jaulas, el gato que adoptamos por esa época, también no estuvo ni un año y murió en la puerta de la casa, nunca supimos que le pasó.

Los últimos animales que tuvimos fueron tres pollitos, uno de los pollitos murió de soledad, los otros dos crecieron a gallos, pero un día los encontramos tiesos en una esquina del patio con las plumas arrancadas, era más o menos 2012 y hacer rituales era algo muy común. Admito que he hecho muchos rituales, tanto los pocos que me enseñó mi abuela, como los que me encontraba por internet.

En aquella época, no podía preguntarle a mi abuela, si lo que hacía estaba bien o si era seguro, porque no la veía desde años. Así que yo intenté contactarme con lo que sea que estuviera en mi baño, había un ritual muy común, “La copa” es como una güija, pero en vez de la tabla usas una copa y papel obviamente, tienes que protegerte y toda la maña, yo hice lo mejor que pude con lo que tenía, la primera vez, no pude hablar con nadie.

Por más que yo preguntara, nadie me respondía, pero me asusté mucho cuando mientras intentaba cerrar la sesión, el baño comenzó a oler azufre, otra vez, la segunda vez que lo intenté, al día siguiente, tenía un mal presentimiento, yo sentía que estaba faltando al respeto y que era mejor que no lo hiciera. Pero bueno era impulsiva y estaba muy joven, así que lo hice igual.

Pregunté si había alguien ahí, la copa se movió, pero no marcó ninguna letra o número, estuve insistiendo, siendo lo más respetuosa que podía, aclarando mis intenciones, pensando en cosas positivas .Hasta que por fin medio una respuesta más clara, la copa escribió las iníciales de mi madre, de mi abuela y de alguien más, hasta hoy no sé de quién eran esas iníciales, porque yo no conocía a nadie, ni siquiera alguien cercano como un amigo de la familia que tuviera estas iníciales, yo cerré sesión después de esto y no lo volví a intentar, me dio demasiado miedo meterme en cosas que no me correspondían y en mi cabeza, había una voz que me decía una y otra vez, que estaba falta al respeto y que mejor me alejara.

Yo hice un montón de rituales en esa época. Y ninguno, nunca, me dio esta sensación de inseguridad y de peligro, yo sabía que si seguía insistiendo, algo me iba a pasar y paré, las cosas en mi casa, no mejoraron, de hecho la casa se terminó vendiendo. Hubo un montón de problemas familiares, cuando mi abuela y mi madre volvieron a hablarse, yo intenté hablar de esto con mi abuela, pero lastimosamente debido a su enfermedad. Ya no me podía contestar con claridad.

Hoy en día, luego de algunos estudios que hice, debido a mi etapa de aprendizaje en el arte, veo varias banderas rojas. El olor azufre, las heridas, las enfermedades, yo llegué a pensar, que nos hicieron un trabajo, como se dice por acá, conocía gente, que al contarles mi experiencia me dijeron, que había un demonio dentro de la casa, y que alguien, le quiso hacer mucho daño a mi madre, al día de hoy no podré saber, ya que la casa, ya no existe y mi abuela, ya no se encuentra conmigo.

Y bueno, esta es mi historia. Espero no haya sido muy escabrosa de leer, les deseo todo lo mejor del mundo y les envío las mejores vibras de amor que la diosa les bendiga.


Así finalizamos esta historia, como el capitulo del canal del Antipodcast.

Las Historias Reales de seguidores, en formato escrito.

No olviden que este escrito no pudo haber sido creado, sin los creadores Sergio, Kass y Miguel.

Esto ha sido "El Antipodcast" en formato escrito.

Y como a los creadores, yo también les deseo, Dulces Pesadillas.

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