Historias Reales de seguidores ( en formato escrito) Part 2

 Bienvenidos sean a este blog, el cual tiene el fin de relatar ( en formato escrito) las escalofriantes historias del podcast que va más allá de tus pesadillas.

"EL ANTIPODCAST"

De la propiedad de los Doctores; Miguel Padilla y Kass Otamendi. Y teniendo la ayuda de Sergio Bocanegra como editor, de este gran canal audiovisual.

Como siempre, les recuerdo que este Blog tiene la finalidad de  transcribir las historias, a formato escrito: ya sea por fomentar un poca la lectura con estas grandiosas historias o para aquellas personas que no puedan escuchar el podcast y no se pierdan  de ninguna historia.

A continuación comenzaremos con la nueva sección que surgió del canal, de historias verídicas de los Antisuscriptores  que fueron mandadas al canal, ya se había subido la primera parte, esta es la continuidad.

Entonces ponte cómodo para admirar "Las Historias Reales de seguidores" Part 2.


Envió este mensaje de forma anónima, porque es una historia que marcó a mi familia de por vida, esto le sucedió a mi hermana se llama Anna, ella es tres años más grande que yo, antes de seguir necesito dar un poco de contexto, nosotros vivíamos en ciudad de México, no somos una familia rica, pero tampoco hemos padecido precariedad, es siempre pudimos permitirnos salir de vacaciones e ir a escuelas privadas, en casa éramos mis padres, mi hermana y yo.

Mi hermana y yo somos muy diferentes, yo soy muy retraída y aislada, mi hermana por lo contrario es, bueno, era la chica más ambientada muy sociable siempre salía a las fiestas, casi nunca estaba en la casa ya tenía 19 años, para ese entonces estaba comenzando una relación con un tipo cinco años mayor que ella, se llama René.

Él era un tipo moreno, más o menos alto y con cuerpo atlético, René comenzó siendo muy atento con ella, se conocieron en la universidad, Anna acababa de entrar a estudiar arquitectura y René estaba en el último año de la carrera de psicología, parecía ser un chico bien, tenía su auto, trabajaba, estudiaba, tenía buenas calificaciones iba a la casa, incluso comía con nosotros todo era normal salvo por algo, nunca hablaba de su familia y además mi hermana jamás visitó su casa.

Este tipo siempre ponía excusas para que no supiera tantos detalles de su vida íntima, René constantemente era atento con Anna, pero sus regalos eran, por decir, raros. Un día él regaló un espejo, luego velas, los regalos fueron escalando en rareza, le regaló una imagen de lo que creo, era la santa muerte, vale la pena recalcar que mi hermana jamás fue una persona interesada en temas de brujería ocultismo o algo similar, en casa nadie le cuestionamos nada acerca de los regalos extraños de René, pues él tenía una personalidad muy bromista, era un tipo que constantemente hacía bromas y con muy buen humor así que pensamos que sus regalos eran una broma un poco pasada.

Con el tiempo, René comenzó a mostrar su verdadera faceta, era un tipo controlador, celoso, impulsivo, incluso violento, mis padres no sabían nada de esto, ya que dentro de nuestra casa, René era uno y fuera de ella, era otro. Yo me daba cuenta de esto por las amigas de mi hermana, que hablaban al respecto, era un secreto a voces que ella estaba siendo violentada por él, por alguna razón mi hermana seguía con él, ella jamás había sido una chica que se dejará manipular o violentar por nadie, mucho menos por algún hombre, yo intenté hablar con ella en varias ocasiones, aunque no éramos las más cercanas, si me preocupé a la fecha me arrepiento, no hay día que no me lamente, el no haber hablado con mis padres quizás pudimos haber hecho más.

Todo se nos salió de las manos, se descontroló, quizás es que elegimos el camino incorrecto, no lo sé, pero no hay día en que no me sienta culpable, René seguía yendo a mi casa, mi hermana para ese entonces ya tenía que usar maquillaje para cubrir los moretones, pasó un año y fue cuando la cosa comenzó a ponerse más turbia.

Ella ya no salía con sus amigas, ya no iba a reuniones, nada, solo estaba con René, ahora acudía a reuniones si se le puede decir así con los amigos de René, de los cuales solo conocía a dos, con una pinta muy similar a René, pero con un humor y un carácter, muy diferente.

Más sobrio, apáticos y con cara de pocos amigos, apenas y saludaban sólo una vez conversé con uno de ellos, y esto fue porque pasaron un viernes junto con René a recoger a mi hermana a la casa para ir a “La familia”, a este punto yo jamás había escuchado hablar de “La familia” no tenía idea de que era, entonces pregunté al amigo de René, él no me contestó, sin embargo, señaló un tatuaje en su brazo, el tatuaje parecía una polilla, curiosamente, yo había visto, ya ese tatuaje antes en la pantorrilla de René.

Anna con una actitud muy rara, subió las escaleras y se dirigió a su cuarto, de pronto bajó con una maleta hecha y ella se fue con ellos, lo que me hace pensar, que ya estaba todo preparado, Anna regresó el domingo por la tarde, tenía cortes en sus rodillas y arañazos en los brazos, por supuesto que yo le pregunté qué había pasado, ella me dijo que habían acampado en el bosque para un evento de música electrónica y que seguramente con tanta maleza en algún punto se lastimó.

Anna cada vez estaba más cambiada, no sólo físicamente, sino que sus actitudes y comportamientos eran rarísimos, ella se la pasaba mucho tiempo en cama, como si estuviera cansada, una madrugada me desperté al escuchar a Anna, parecía que estaba rezando, le pregunté si estaba bien, sin embargo, ella no me contestó, le volvía a preguntar; ¿Anna, estás bien? y en ese momento, se sentó sobre su cama y comenzó a golpearse la cara con ambas manos fui a su cama para intentar detenerla aunque yo estaba asustada trate de calmarla y se quedó dormida luego.

Pero vi que debajo de su cama había algo, era la estatuilla de la muerte, no quise tocarla, me dio miedo porque según yo sabía esas cosas te pueden transferir cosas malas, los regalos extraños de René continuaron, un día por ejemplo, le regaló una muñeca de trapo muy fea, por cierto antes de continuar quiero aclarar un punto muy importante, quizás te estés preguntando.

¿Por qué mis padres no hacían nada o por lo menos no le preguntaban a Anna acerca de su comportamiento extraño así como el de René o porque no les preocupó el aspecto físico de ella? La razón es que mi mamá había demandado a mi papá, porque se quería divorciar de él, ellos estaban atravesando un divorcio atroz, meses antes mi madre descubrió que mi padre tenía una amante, así que nos descuidaron por completo, yo por mi parte, siempre fui muy débil o quizás es que anna era muy temperamental, no lo sé, pero yo tenía mucho miedo de René a pesar de que era muy carismático, a mí siempre me dio mala espina jamás me sentía en confianza para acercarme a hablar o incluso mirarlo de frente.

Un día, confronte a Anna, la encaré y le dije todo lo que pensaba acerca de René, que era un desquiciado, un maltratador que yo, ya lo sabía todo, era un lobo disfrazado de cordero, Anna y yo discutimos como nunca lo habíamos hecho, la discusión nos tomó en la recámara, nos pusimos un poco agresivas, Anna negaba y rechazaba todo lo que yo decía sobre René.

Llegó un punto en el que ella, empezó a golpearme y a decirme que “La familia” era a donde ella realmente pertenecía, yo en un intento desesperado, intenté tomar la figura de la santa muerte y romperla, sin embargo cuando apenas la iba a tocar, Anna me arañó la cara y yo me caía hacia atrás, me dijo que si me atrevía a tocar a su madre no tenía idea de lo que nos iba a pasar a todos.

Pasaron unas semanas, y René comenzó a distanciarse de ella, hasta que terminaron su relación, yo en ese punto estaba muy feliz, pues creía que todo había terminado, por fin, para mi desgracia y peor aún, para la desgracia de Anna, todo apenas comenzaba, se hundió en una depresión horrible, ella me contó que él solo se alejó poco a poco, hasta que desapareció, como si la tierra se le hubiese tragado.

No estaba en ninguna parte, sus dos amigos también desaparecieron, en su casa a la cual por cierto, Anna nunca entró, las luces jamás estaban encendidas, parecía una casa abandonada y con el pasto y la maleza muy crecidos, estuve con Anna en todo momento, sentí como poco a poco ella salía de esa especie de trance, en el cual estaba comenzó a hablar más y poco a poco a mejorar, mi padre se fue de la casa y nos quedamos con mi mamá, pero ella no estaba en prácticamente todo el día, ahora tenía que trabajar doble turno, en parte para estar entretenida y no pensar en la infidelidad de mi padre, pero también porque necesitábamos más ingresos.

Fue entonces que cosas raras comenzaron a suceder luces, se encendían solas, se escuchaban pasos las puertas, se azotaban sin haber una corriente de aire. Yo nunca ha creído en esas cosas, así que siempre encontraba una razón lógica a todo lo que sucedía, pero la intensidad de la situación comenzó a elevarse, los electrodomésticos se encendían y descomponían de la nada, apenas comprábamos un televisor y se descomponía en tres días.

Pensé en que nos estaban espiando, quizás para robarnos o peor aún secuestrar nos, pues un día después de regresar de la escuela, encontramos la ventana de la habitación rota, pero no parecía tener que ver con actividad real, sino paranormal. Una noche hubo una tormenta terrible, ese fue el peor día, una corriente de aire entró directo al pasillo donde me encontraba todas las luces se apagaron, las puertas se azotaron y se cerraron, comencé a escuchar los gritos de auxilio de Anna.

Ella estaba en el segundo piso en la recámara.  Juro que nunca he escuchado pedir a alguien auxilio de una manera tan de esperada, intenté subir las escaleras, pero me caí y me lastimé, Anna cada vez gritaba más fuerte, no sabía qué estaba pasando, como pude arrastrándome subí las escaleras, fui al cuarto, pero estaba cerrado, le grite que estaba ahí, que no se preocupara, los cuadros del pasillo comenzaron a caerse, los cristales se rompieron y estallaron en mil pedazos, me corté las piernas y las manos, no veían nada. Cuando por fin se pudo abrir la puerta, ella salió corriendo diciendo que alguien trató de ahorcarla, le dije que corriera por el teléfono para llamar a la policía, los teléfonos de la casa no tenían línea, los celulares no tenían batería, regresamos a la planta baja para intentar huir de la casa y pedir auxilio con los vecinos, pero la puerta estaba atascada.

A este punto, yo ya tenía mucho miedo, estaba cansada, lastimada, de repente las luces se encendieron y el estéreo del auto se encendió a todo volumen, cuando por fin vi a Anna, no sólo tenía una marca alrededor del cuello, sino que también, tenía una herida sangrando en la misma área, no se veía profunda, pero sí me asusté mucho, le ayudé a limpiarse y descubrí una marca en su cuello, era el tatuaje de la polilla, era el mismo tatuaje que tenía René y su amigo, el que yo creo que era el tatuaje de la familia.

Llamamos a la policía y a mi madre, poco más de media hora y llegaron, no había rastros de entradas forzadas, las cámaras de seguridad de la calle no tenían registros de personas extrañas, como si no hubiera pasado nada, Anna la llevamos al hospital y en efecto, la habían tratado de estrangular, pero afortunadamente ella estaba bien .Los días pasaron y parecía que todo estaba retornando a la normalidad, un día platicando con Anna, acerca de lo que pasó ese día, ella comenzó a llorar descontroladamente y me confesó algo, horrible me comentó que todo el tiempo que estuvo con René estuvo en un culto, donde sacrificaban animales, bebían sangre de estos y adoraban a la santa muerte.

Pero eso no era lo peor, René hacía tiempo antes de conocer a Anna, había pactado con la santa muerte, algo muy preciado para él, la vida de su madre, ya que ésta tenía cáncer, y cuando conoció a Anna, y después de involucrarla, y enamorarla, ofreció su alma a esta entidad, para compensar la vida de su madre.

Anna al momento de esto no era plenamente consciente de lo que estaba sucediendo pues comenta que previo al ritual, ingirieron alucinógenos, no se pudo forzar, aparte de que prácticamente era la única mujer dentro del culto, lo hubiese resultado imposible escapar bajo esas condiciones, ella estaba convencida de que esa entidad venía a cobrarse su alma, que iba a llevársela y a mí, a este punto ya no me sonaba tan descabellado.

René siempre fue un desquiciado, un enfermo, sería capaz de todo de eso, y más, Anna comenzó a sugestionarse cada vez más, todo el tiempo se sentía perseguida, observada, no podía dormir, el más mínimo ruido le causaba temor, mi madre la llevó al psicólogo y estuvo en terapia un tiempo, mejoraba, pero recaía, constantemente los sucesos extraños en la casa regresaron nuevamente a suceder, a veces encontrábamos animales muertos en el patio, botellas de refresco llenas de líquidos extraños y con un olor fétido.

Un día, al llegar a la casa encontré a Anna llorando descontroladamente, estaba en el cuarto con la muñeca de trapo que alguna vez le regaló René, despedazando la en sus manos con ayuda de unas tijeras, la muñeca estaba llena de pelo, parecía que era el pelo de Anna, pues ella tenía el cabello rubio y largo.

Anna estaba temblando, me miró y me dijo, que ya no podía más que su final estaba cerca, ella lo sentía me dijo que haría un viaje a Catemaco, para buscar ayuda con chamanes, pues creía que era la única forma de deshacer el pacto, ya que, ya había buscado ayuda antes con otros chamanes y brujas en México.

Me pidió que la acompañara, yo le dije que no era creyente en nada de eso, pero que si eso le haría sentir mejor, yo la acompañaría Anna, ya sabía a dónde tenía que acudir, pues previamente se había contactado, para recibir indicaciones, fuimos al día siguiente, era una casa muy humilde con un olor raro, un hombre con apariencia extraña nos recibió muy amablemente, al llegar nos preguntó, “¿tú eres, Anna? Ella debe ser tu hermana, Beatriz”, cierto aquel hombre le hizo un ritual a Anna.  

Fue algo horrible, que tuve que ver, pues fue algo muy grotesco que, yo jamás había presenciado, hubo sangre, huesos de animales y el sacrificio de un animal de por medio, mientras muchas personas presenciaban el rito, en medio de cánticos extraños movimientos raros y alabanzas. yo estaba muy asustada, pero no le podía decir nada a mi hermana, caí desmayada y no supe lo que pasó después. Desperté horas más tarde en una habitación en la casa del chamán, confundida me recuperé poco a poco, y fui a donde mi hermana estaba, ella estaba bien, aparentemente.

Estaba en una especie de trance, mientras tocaban tambores y seguían haciendo cánticos, luego el chamán la llevó a un cuarto para que ella se bañara con unos remedios de hierbas, que él había preparado, el ritual había terminado. El chaman nos comentó que había hecho todo lo que estaba en sus manos para romper ese pacto, pero que era una entidad sumamente fuerte, y que no nos garantizaba que hubiera salido del todo bien, incluso que probablemente habría necesidad de otro ritual, más adelante.

Regresamos a nuestra habitación de hotel, ella se veía “bien”, pero dos días después, regresamos a México, ella estuvo bien por un tiempo, pero pasados unos meses nos enteramos René había fallecido en un trágico accidente en motocicleta, esto incluso salió en los periódicos por lo trágico que fue, ella comenzó a decaer nuevamente, no había nada que la detuviera.

Comenzó a caerse su cabello y tiempo después, nos dimos cuenta que Anna era quien se lo estaba arrancando a sí misma, comenzó a hacerse cortes en el cuerpo y hablar sola deambulando sin rumbo por toda la casa, mi madre y yo la llevamos al psiquiatra, diagnosticaron esquizofrenia, estuvo bajo tratamiento, y nos aseguraron de que tomara todos sus medicamentos, porque era muy importante.

A pesar de darle todos los medicamentos al pie de la letra a Anna, nosotras, no veíamos que ella mejorara mucho, al contrario, empeoraba, un día llegué y ella había roto el espejo del baño y estaba tomando a mi madre por detrás amenazándola con cortarle el cuello con el vidrio, como pude, trate de calmarla y le dije que la dejara en paz, Anna aventó a mi madre al piso con una fuerza descomunal e inmediatamente, se clavó el vidrio en su cuello a ella misma.

Comenzó a desangrarse, y la llevamos rápidamente a urgencias en el hospital, la estabilizaron. Afortunadamente, no alcanzó a hacerse mucho daño, regresó a la casa más medicada que nunca, estuvo atónita por mucho tiempo, apenas y comía y solo se movía para ir al baño, no pudo regresar más a la escuela, y meses más tarde a mi madre le diagnosticaron cáncer de páncreas, ella falleció a los 4 meses del diagnóstico.

mi padre, para este punto, ya vivía con otra mujer, y él no se hacía cargo de mi hermana, mucho menos la llevaría a vivir con él, yo le dije que podía hacerme cargo de ella, pero mi padre no accedió, me dijo que me sería imposible cargar con mi hermana, y probablemente tenga la razón, aunque me duela profundamente aceptarlo.

Anna ingresó a un psiquiátrico, donde mes a mes, mi padre paga una fuerte suma de dinero, para mantenerla viva ahí, muerte en vida, pero viva, yo la visito por lo menos una vez al mes, ella casi no habla y lo poco que me ha llegado a comentar, es que no hay forma de que se salve ella, ve a René todo el tiempo la acompaña a todos lados, atormentando la, ella dice que su alma está condenada de por vida, su tortura es infinita, está perdida y ha perdido toda esperanza de poder liberar su alma, pues cuando muera vendrán por su alma, a la fecha sigo escéptica de todo lo que pasó, no sé si debí de actuar antes, no sé si hice lo correcto, sólo sé que hice lo que estuvo en mis manos, espero mi conciencia algún día descanse, pues jamás me perdonaré haber perdido a mi hermana.


Así finalizamos esta historia, como el capitulo del canal del Antipodcast.

Las Historias Reales de seguidores, en formato escrito.

No olviden que este escrito no pudo haber sido creado, sin los creadores Sergio, Kass y Miguel.

Esto ha sido "El Antipodcast" en formato escrito.

Y como a los creadores, yo también les deseo, Dulces Pesadillas.

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